
Vas caminando por la Alameda a la altura del centro cuando de pronto comienzas a sentir ese olor exquisito a galletitas recién horneadas, haces un esfuerzo sobrehumano y logras continuar tu camino cuando unos pasos más allá el aroma vuelve y esta vez no tienes escapatoria, debes entrar y pedir una bolsita de galletas para llevar a la casa o para írtelas comiendo en el camino, es que son irresistibles! Un clásico del centro que se disfruta aún más en estos días otoñales. Y ustedes conocen las galletitas del Tip-Top?
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